El concepto de confort acústico es relativamente reciente, pero su importancia en el diseño arquitectónico y de interiores ha ido aumentando con la evidencia científica de que el ruido provocado por la actividad humana es contaminante y se traduce en estrés, irritabilidad, aumento de la fatiga y pérdida de concentración. Los materiales técnicos con capacidad para la absorción acústica son la solución idónea, sobre todo si logran acompañarse del factor estético para combinar confort y diseño. Esta es la apuesta de la empresa gallega Vertisol con su gama Lessen, presente en la Materioteca de Galicia.
Cuando en 1895 el complejo proyecto de la mejora acústica de la sala Fogg Lecture Hall, en la Universidad de Harvard, cayó en manos de Wallace Clemente Sabine, pocos imaginaban la trascendencia posterior que tendría el proyecto.
Los catedráticos del departamento de física de la prestigiosa universidad estadounidense se habían dado por vencidos y el encargo fue cayendo en el escalafón académico hasta acabar en el despacho de Sabine, un joven profesor que nunca llegó a doctorarse pero que, gracias a su perseverancia, acabó solucionando el entuerto y, de paso, dejó para la posteridad la fórmula del tiempo de reverberación, que sigue siendo actualmente la característica más importante para medir la calidad acústica de una sala. Así pasó a la historia como el fundador de la acústica arquitectónica y la unidad de absorción del sonido recibió el nombre de sabin.
En la actualidad, los materiales técnicos son el recurso más eficaz para lograr el ambiente en el que el nivel de ruido provocado por las actividades humanas resulta adecuado para el descanso, la comunicación y la salud de las personas. Dependiendo del tipo de estancia y la hora del día, el nivel de confort acústico oscila entre un máximo de 25 y 40 decibelios.
La Materioteca de Galicia incluye en su sección de polímeros la gama Lessen de paneles acústicos desarrollados por Vertisol. Tal y como indica su nombre en inglés, su propósito es reducir la contaminación acústica, gracias a propiedades de absorción Clase A sin sacrificar sus características ignífugas. Su perfil técnico de alto rendimiento se combina con un concepto de diseño moderno y flexible, gracias a una presentación modular y modulable, con diferentes formatos y adaptables a cualquier pared o techo mediante una fácil instalación.
Su composición combina un tejido vinílico con un 85% de PVC (policloruro de vinilo) y un 15% de PES (poliétersulfona) más un material absorbente 100% PES (del que el 30% es reciclado). El marco es de aluminio, con un porcentaje reciclado que oscila entre el 15 y el 20%.
Según destaca la empresa, los recubrimientos textiles, íntegramente fabricados en Galicia, son altamente resistentes a la abrasión, antiácaros, imprimibles y fáciles de limpiar y mantener. A esto se suma que no contienen fibra de vidrio ni ftalatos y que no desprenden olores desagradables ni compuestos orgánicos volátiles (COV), altamente contaminantes.
Sus paneles triangulares, hexagonales, cuadrados, rectangulares y redondos, con formas personalizadas y diferentes ángulos (60º, 90º y 120º), forman parte de la decoración funcional de oficinas, salas de conferencias y locales de restauración de diversos países.
La preocupación por el diseño se plasma en una gran variedad de formatos, pero también, de forma muy particular, en la oferta de una paleta cromática y de texturas muy completa y cuidada. Centrados en el desarrollo de soluciones integrales para cubrir las necesidades tanto de arquitectos como diseñadores, Vertisol ha creado la serie Advanced Fabrics Coordinated, basada en una paleta de colores Contract. Junto a esta, la gama diseñada por el estudio holandés Raw Color, una colección de tejidos que explora las posibilidades del color y los límites de la tejeduría.
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