La necesidad de reconducir la actividad industrial hacia el desarrollo sostenible, abandonando o limitando los procesos más contaminantes y con un mayor impacto ambiental, implica hacer cambios importantes. Las bases de la economía circular y la bioeconomía se están construyendo en gran medida a partir de la innovación, pero en ocasiones no es necesario recurrir a soluciones disruptivas, sino todo lo contrario: volver al origen. Es el caso del Tablex, con el que Betanzos HB plantea devolver el protagonismo del tablero de madera a su versión más natural y sostenible, disponible en la Materioteca de Galicia.
El tablero de madera ha supuesto desde hace siglos una solución para aprovechar residuos forestales –que antes se usaban solo como combustible– en usos constructivos. Una de sus modalidades más recientes, el tablero de fibras, fue fabricada por primera vez en 1898 en la localidad inglesa de Sunbury-on-Thames a partir de papel reciclado, lo que daba como resultado un tablero de muy baja densidad.
En 1920 nacía el Tablex, un producto con una gran resistencia obtenida de forma natural gracias a las propiedades adhesivas de la lignina mediante la aplicación de presión y calor. Sin embargo, cuarenta años después fue destronado por el tablero de densidad media, elaborado de forma más económica con colas sintéticas.
Las implicaciones ambientales de estos adhesivos los ha puesto en el punto de mira, lo que supone una oportunidad para devolver el protagonismo al tablero de alta densidad o Tablex, tal y como defiende la empresa gallega Betanzos HB. El suyo, que forma parte de la sección de materiales naturales de la Materioteca de Galicia desde su puesta en marcha, está formado por un 94% de madera y un 6% de agua.
La madera utilizada en su fabricación procede de subproductos forestales (ramas, puntales, etc.) de plantaciones de proximidad certificadas bajo los estándares PEFC y FSC. Tras astillarla, se obtienen las fibras que se procesan para obtener un tablero de elevadas propiedades físico-mecánicas. El uso de la lignina, presente de forma natural en la madera, como adhesivo garantiza su carácter 100% sostenible y su condición de biomaterial.
Tal y como destacan desde Betanzos HB, su alta densidad y resistencia, unida a un excelente comportamiento frente a la humedad, confieren al Tablex una vida útil elevada. El suyo se sirve en paneles que oscilan entre los 2,4 y 3,6 metros de largo por 1,2 de ancho y espesores de entre 6 y 1,8 milímetros.El desarrollo de esta versión ultrafina es destacada por la empresa como una innovación en el sector que hace posible aplicaciones antes limitadas.
El acabado admite el perforado, el lijado en una o ambas caras y el pintado en blanco, colores lisos, metalizados, textiles y maderas, además de la identificación personalizada en el packaging o sobre el propio tablero.
Sus aplicaciones abarcan desde el interior de vehículos, la decoración interior y el mobiliario hasta la juguetería, los tacones para calzado, el embalaje y la arquitectura efímera, pasando por las soluciones constructivas relacionadas con la insonorización, los paneles divisorios, los paneles sandwich, los suelos y los falsos techos. Desde la empresa señalan que la singularidad de su cara rugosa es un aliciente para los diseñadores, acostumbrados a maderas técnicas que han perdido la textura y el tacto de la madera.
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